¿Sabía usted? Que tras la pérdida de hábitat la razón numero 1 por la cual hay Especies amenazadas o en Peligro de Extinción son las especies invasoras
Especies invasoras no-nativas le cuestan a la economía de los Estados Unidos aproximadamente $137 billones anualmente en perdida de producción y costos de control (Pimentel et al., 2000). En la ausencia de tanto predadores como enfermedades nativas, los organismos no-nativos pueden desarrollar poblaciones bastante grandes las cuales crean severos problemas ecológicos y económicos. Cuando tales invasiones ocurren en nuestros lagos y ríos éstas pueden quebrantar ecosistemas ecológicos enteros y perjudicar importantes usos municipales, industriales, agrícolas, y recreacionales de nuestras vías fluviales. Las especies de plantas y animales exóticos que amenazan la diversidad y el uso de nuestras aguas son denominadas normalmente Especies Acuáticas Perjudiciales (ANS por sus siglas en inglés). Ambientes estuarinos y marinos también son impactados por especies acuáticas perjudiciales; sin embargo, el énfasis en esta sección radica en especies de agua dulce. En Carolina del Sur, el enfoque principal en el manejo de ANS ha sido dirigido a plantas acuáticas perjudiciales, almejas/mejillones exóticos, y peces exóticos. Históricamente, las especies no-nativas han sido introducidas a Carolina del Sur a través de abastecimiento directo, paisajismo acuático (aquascaping), navegación, liberación desde acuarios y liberación de carnadas. Algunas especies también actúan como "polizones" de embarcaciones, motores y remolques. Carolina del Sur gasta varios cientos de miles de dólares al año manejando únicamente las amenazas de la vegetación invasiva acuática, mientras que el estado de Florida gasta más de $20 millones. En 1991, una invasión de la maleza acuática hydrilla causo el cierre de la planta hidroeléctrica de St. Stephen en el Lago Moultrie durante semanas, costando $4 millones en pérdidas de productividad y $526,000 en montos de muertes de especies de peces deportivos.